Eter: displacement and survival at the edge
Series of performances
Argentine Antarctic, Sur Polar Residency, 2014.
In association with Magdalena Petroni.
Series of performances exploring the limits of the human body in an extreme environment. Exposed to subzero temperatures, almost without clothing, I constructed symbolic shelters with my own body, investigating the relationship between survival, adaptation, and the concept of home in a hostile context. The Antarctic became a metaphor for the ether, a space suspended between life and death, where the bond between the human and their environment is put into tension. In this setting, the female body is presented as an active agent of resistance against the forces of the environment, challenging the social and cultural structures that have historically limited its presence in extreme contexts.
This act of survival not only questions what it means to be present in spaces of vulnerability, but also reclaims the female body as a territory of strength and transformation, capable of reconfiguring its relationship with nature and redefining identity in extreme conditions. Here, the body is no longer just a subject, but also an object, within a landscape that redefines the categories of the human, the natural, and the cultural.
Serie de performances que exploran los límites del cuerpo humano en un entorno extremo. Expuesta a temperaturas bajo cero, casi sin ropa, construí refugios simbólicos con mi propio cuerpo, investigando la relación entre supervivencia, adaptación y el concepto de hogar en un contexto hostil. La Antártida se convirtió en una metáfora del éter, un espacio suspendido entre la vida y la muerte, donde el vínculo entre el ser humano y su entorno se pone en tensión. En este escenario, el cuerpo femenino se presenta como un agente activo de resistencia frente a las fuerzas del medio ambiente, desafiando las estructuras sociales y culturales que han limitado históricamente su presencia en contextos extremos.
Este acto de supervivencia no solo pone en cuestión lo que significa estar presente en espacios de vulnerabilidad, sino que también reivindica el cuerpo femenino como un territorio de fortaleza y transformación, capaz de reconfigurar su relación con la naturaleza y redefinir la identidad en condiciones límite. Aquí, el cuerpo ya no es solo sujeto, sino también objeto, dentro de un paisaje que redefine las categorías de lo humano, lo natural y lo cultural.
